lunes, febrero 27, 2006

Las Vidas Privadas de los Marginales...


Fotografia de World Press Photo 2005.

Vida privada, por Cristián Gazmuri. El Sábado, de EL MERCURIO:

Tradicionalmente la historiografía ha orientado su interés dentro de lo que se entiende por espacio o esfera pública. Esta historiografía se preocupa de instituciones, espacios, situaciones en que el individuo actúa como un "ente público", "representando un papel" en relación a la sociedad o al Estado. Sin embargo, en la actualidad se advierte un interés y una validación del estudio de la vida privada.Vale decir, de aquella dimensión de la existencia en la que la persona está sola o actúa en cuanto "particular" frente a otros.

Normalmente en relación a parientes, objetos de amor, simples amigos o amigas, médicos, siquiatras, dentistas, compañeros de trabajo o personas varias. Más todavía, la vida privada estudia la intimidad del individuo en soledad. Su higiene, sus costumbres y manías, sus formas de ocio, su actividad física, su reacción ante la enfermedad como sentimiento íntimo, su temor o ansia de muerte, etcétera.

Este ámbito privado, que puede ser tan importante para un ser humano como su actuación y sus relaciones públicas, su ubicación en el espacio social, su imagen y valoración pública, los acontecimientos en los cuales es actor, central o menor, se conoce débilmente.Pasando del plano de lo privado a lo "íntimo", que normalmente se refiere a la conducta del hombre en soledad o en un círculo muy cercano, la importancia enorme de algunos actos aparentemente nimios puede ser llevada hasta la caricatura. Pensemos (...) en un insomne, en un tartamudo, en un tímido, un alcohólico, en un depresivo, un paranoico, un sicótico, un impotente, una frígida, un o una homosexual. Para todos ellos su "problema privado" es algo fundamental que marca toda su existencia. Va a determinar las relaciones sociales, el éxito profesional o intelectual, el sufrimiento y la felicidad del sujeto en cuestión; el que sea un solitario o un ser amistoso, alguien capaz de querer mucho y a muchos o un ser incapaz de querer; un ser equilibrado o un desequilibrado, un marginal. En suma, su relación con el mundo y su propia situación existencial.


Frente a lo que plantea este columnista de El Mercurio... difícilmente podríamos, las personas que tenemos “defectos” en nuestra “vida privada”, ser exitosos en la vida pública... sin embargo, creo que la fortaleza de las personas se logra principalmente a través del reconocimiento de algunos de estos defectos, trabajar en ellos para que no interfieran en su “vida pública” y lograr ser exitosos a partir del esfuerzo diario por mejorar y no por ser lo que otros quieren que se demuestre.

Anterior a lo dicho, debe estar la discusión respecto de cuál es el umbral de vida pública y vida privada, y es allí donde hay matices y diferencias que son más que un matiz... (blanco o negro... ) para algunos la vida privada comienza en el punto en que la propia persona define lo que va a dejar para la intimidad familiar y de sus amigos, y lo que, dependiendo del trabajo o lugar social que ocupa, hará público. Sin embargo, frente a esto se encuentra un “umbral impuesto” de vida pública, y tiene que ver con aquellos y aquellas que deciden desempeñarse en el ámbito de lo público, puesto que allí donde la visibilidad es mayor, la vida privada tiende a replegarse a aquellas cosas que se "ocultan", más que aquellas que no se muestran.

Por eso que, al escuchar reclamar airadamente a un abogado días atrás, respecto que le parecía injusto que, porque trabaja en el sector público, se debía someter a reglas distintas... (se hacía un exámen médico, obligatorio para el ingreso a la Administración Pública, para los que no saben)... pensé que no es injusto... solo se trata de espacios diferentes, porque el umbral de lo privado es menor, desde que se trabaja desde los asuntos públicos, para los ciudadanos... y por ellos.

Por eso, más que ocultar, lo importante es no exponer aquello que nos pertenece en lo íntimo, aquello que solo compartimos con gente especial, aquello que “faranduleramente” se le ha llamado vida privada.

Por último... si, como dice Gazmuri, el éxito será de los perfectos... podría empezar por señalar donde están, porque hasta el momento solo conozco gente espectacular, que con “defectos” privados (o marginales como fascistamente los llama) logran deslumbrar en lo público.... y eso si que merece todo mi respeto.

martes, febrero 21, 2006

¿Por qué las personas se ponen tristes cuando suben a la "micro"?


Estos días de verano (y también que el Metro haya subido la tarifa) han sido la excusa para usar micro... en la mañana y en la tarde (aunque a veces me voy caminando, he de confesar), y será porque voy contra la mayoría, pero cada vez que me subo a alguna, está siempre medio llena... y las personas están tristes... en la mañana y en la tarde.... y bueno, ellas y ellos al mirarme pueden pensar que yo también estoy triste, pero no es así (en la mañana solo tengo cara de sueño... muchísimo sueño... y en la tarde cara de “wow... que día!!!”...), pero la gente que camina se ve feliz... he aquí mi teoría... cada vez que nos subimos a la micro cambiamos de actitud... entramos en un submundo que contagia tristeza... o al menos... algo menos que la alegría que tiene la gente que camina...

El detalle de que medio de transporte usamos, no es tan detalle cuando está provocando en nosotros hasta cambios de actitud, por eso que una política pública se preocupe de realizar una transformación en el sector se agradece... y el desafío, más allá del diseño de recorridos, mecanismo de pago, profesionalización del gremio... tiene que ver con cuestiones culturales: van a tener que aprender a saludar a los choferes (yo siempre lo hago y algunos miran con cara de.... y éste?????), a andar con monedas o tarjeta, a subir y bajar en paradas autorizadas, no subir en segunda fila (tampoco bajar), no comprar de un cuantohay.... calcular bien el tiempo, ya que las micros nuevas...son mas lentas... y en fin.... cuidarlas... eso será lo difícil.

¿Por qué los cambios de este tipo son tan difíciles?... por varias razones, creo, primero porque somos animales de costumbre... y es cómodo ser de costumbres... nada nuevo cada día, rutinas aprendidas... riesgos mínimos... por eso que para poder aplicar estos cambios importantes se requieren políticas públicas que además de apuntar a la eficiencia económica y social, eficacia y todos esos términos que nos gustan.... debe contener aspectos educativos... que harán de la transformación cultural un fenómenos menos duro.

También los cambios nos cuestan, porque no nos han enseñado a vivir en constante cambio, mas bien nos preparan para aceptar que la vida es de un modo y ni siquiera nos sentamos a pensar en como sería el mundo si las cosas fueran diferentes... ese es el desafío. Mi desafío. Creer que el mundo es posible de ser diferente, que es posible cambiarlo, que es posible aportar desde donde estemos para que alguien, en cualquier latitud, raza, sexo o condición, pueda ser un poquito más feliz.

Y espero que el Transantiago haga al menos un poquito mas feliz a los miles que se suben con cara de tristeza a la micro de cada día.